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"Mi madre era problemática y conflictiva hasta con mi padre"
Arrepentida y en silencio, Giuliana fue llevada anoche al penal de Chorrillos.

Los vecinos de la calle Las Magnolias 155, en la urbanización Entel Perú, San Juan de Miraflores, todavía no salen de su asombro. Hasta ahora no se explican qué es lo que realmente pasó el sábado. En el inmueble vivía Giuliana Llamoja Hilares (18), estudiante del tercer ciclo de Derecho de la Unifé, quien fue detenida ese mismo día por asesinar de 65 puñaladas a su propia madre, María del Carmen Hilares Martínez (47). La noche del domingo la muchacha confesó, sin llorar, ante la policía haber cometido el crimen. Se mostró nerviosa, arrepentida y había dejado de ser la iracunda mujer que descargó toda su furia contra su progenitora. El coronel Alfredo Acuña, de la División de Investigación Criminal Sur (Divincri Sur), dijo que ella había aceptado el crimen, no había negado nada y, como demostración, había colaborado en todas las diligencias y en los interrogatorios. "Falta el examen psicológico del Instituto de Medicina Legal para determinar su salud mental, aunque quien tenía problemas psiquiátricos y recibía tratamiento ambulatorio como tal era su mamá", señaló. ¿Pero qué es lo que realmente pasó a las 10 de la noche del sábado? Según las investigaciones, Giuliana tomó un espejo del baño y lo llevó a una de las habitaciones porque quería probarse unas prendas de vestir que se había comprado. A su mamá se le había cruzado la idea de que esa noche probablemente la chica se iba a encontrar con su enamorado. La madre no aprobaba una relación amorosa de la universitaria con un joven y ya le había hecho problemas en otras oportunidades, cuando la chica lo había llevado a su casa. "Tú no sales de esta casa esta noche", le había dicho la mamá, a lo que la estudiante le respondió produciéndose un fuerte intercambio verbal, el mismo que era ya casi una costumbre en la casa. Giuliana era muy pegada a su papá, el juez Luis Llamoja Flores, quien se encuentra en Argentina con su hijo de 12 años y que en las próximas horas regresará a Lima a raíz de lo ocurrido. Por eso Giuliana empezó a invocarlo cuando la mamá la reprochaba. Las agresiones continuaron hasta que la estudiante fue a la cocina para prepararse algo de comer, siendo seguida por su progenitora. Allí la descontrolada madre habría tomado dos cuchillos, con los cuales le produjo heridas en los brazos. Luego, en el forcejeo, la mamá apagó la luz y la muchacha tomó un cuchillo. Esos instantes fueron cruciales, pues Giuliana asestó varias puñaladas a su madre en medio de gritos. En total fueron 65 heridas contabilizadas en el tórax, brazos, cuello y abdomen de la infortunada María del Carmen Hilares. Luego, al verla muerta, Giuliana trató de limpiar las huellas de sangre por todos lados, pero no pudo. Toda la ropa ensangrentada la guardó en el tercer piso y después bajó a la sala de la segunda planta. Allí lloró sin huir. A las 11 p.m. llegó su hermano de 16 años, quien le preguntó qué había pasado. La mujer solo atinó a decir que su mamá se había suicidado y luego ocurrió lo que ya se conoce. La policía llegó rápidamente al llamado del hermano y Giuliana fue detenida. La joven estudiante de Derecho dijo que constantemente tenía discusiones y sufría agresiones verbales y físicas de su madre. Anoche fue trasladada al penal de mujeres de Chorrillos, done podría purgar una pena de hasta 20 años. Con el arrepentimiento reflejado en su rostro, la estudiante confesó a uno de los agentes que su madre era problemática y que los conflictos en el hogar eran continuos, sobre todo con su padre, a quien ella quiere mucho.

 

Pudo ser un arranque psicótico


Si bien todavía no se conoce a fondo los detalles que desencadenaron el horrible crimen perpetrado por Giuliana Llamoja contra su madre, en San Juan de Miraflores, algunos psiquiatras ensayan algunas explicaciones sobre las motivaciones de este caso. "Especulando un poco se podría decir que hubo una exacerbada agresividad que ya venía evidenciando la joven, pues se sabe que tenía enfrentamientos con la madre", dice el psiquiatra Saúl Peña, quien añade que el crimen se habría producido como consecuencia de un arranque psicótico, una pérdida momentánea de la razón. Para el médico psiquiatra Willian Aguilar se trataría de un caso de personalidad psicopática. "La chica robaba a la madre y tenía una gran impulsividad. Este tipo de personas no tienen valores y no les importa el dolor que pueden inflingir a otros. No hay otra forma de explicar la cantidad de puñaladas que dio", sostiene. En opinión de Aguilar, estos casos lamentablemente se están dando con cierta frecuencia en la sociedad peruana, y lo que es peor muchas de esas manifestaciones del transtorno de la personalidad son vistas por mucha gente como algo normal. Pero para Peña no se trataría de algo frecuente en nuestro medio, no obstante, que estos casos se han dado en otras realidades.